Negligencia médica ‘mala praxis’

Una negligencia médica es una mala praxis que ocasiona una lesión al paciente. Es un daño físico o moral ocasionado al paciente como consecuencia de un procedimiento médico imprudente. En los últimos años han aumentado los casos en nuestros tribunales debido a los daños ocasionados a pacientes como consecuencia de las temidas negligencias médicas. Y es que, en muchas ocasiones, acudimos a nuestros médicos para que les resuelvan un determinado problema de salud y el resultado no ha sido el esperado, empeorando en mucho de los casos. Las negligencias médicas se disparan un 25% en el último año; de los cuales más de 13.000 fueron pacientes afectados y 628 personas han fallecido por mala praxis en España según los datos del Defensor del Paciente.  La Asociación Defensor del Paciente señaló que la causa principal ha sido al error de diagnóstico y la pérdida de oportunidad terapéutica.

Vías de acción ante una mala praxis

Ya sabemos que, para poder exigir responsabilidad por un resultado médico lesivo, debemos encontrarnos ante una negligencia médica. En primer lugar, partir de la base de que nuestros tribunales reconocen en la mayoría de los casos una responsabilidad civil de medios y no de resultado.

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Negligencia médica

La responsabilidad de medios no es otra cosa que la referida a suministrar todos los cuidados que necesita el paciente en función de lo permitido según el estado de la ciencia y atendiendo a los criterios  de la denominada «lex artis ad hoc». Es decir, teniendo en cuenta el caso en concreto y la actuación médica necesaria a realizar según los avances de la ciencia. 

En determinadas ocasiones nos encontramos ante una obligación de resultado, como cuando la labor del médico no consiste en curar, sino en realizar una intervención satisfactoria para obtener un resultado específico (por ejemplo: la mejora del aspecto físico).

Por tanto, en todos los casos en los que nos encontremos ante tratamientos médicos lesivos o insatisfactorios para poder exigir cualquier tipo de responsabilidad. Nos tenemos que encontrar ante una conducta negligente por parte del médico a la hora de realizar la actuación, no optando por los medios idóneos para tal fin, no a la hora de conseguir el resultado. (No podemos exigirle que no nos curó, sino que no hizo lo que tendría que haber hecho). A menos que, el médico sea contratado de manera específica para una intervención estética y no haya sido satisfactoria de forma objetiva.

Factores a tener en cuenta en una negligencia médica

Para poder hablar de negligencia médica debemos tener en cuenta tres factores: 

  1. Que exista daño efectivo.
  2. Conducta negligente por parte del médico. (Atendiendo a las reglas de la sana crítica en función del estado de la ciencia y la posibilidad de actuación y según nos encontremos ante  una obligación de medios o de resultado)
  3. Relación de causalidad entre el daño y dicha conducta negligente. Es decir,  que el daño producido haya sido ocasionado por la conducta del médico o esta misma haya ayudado a su producción.

Si piensas que un familiar o tu has sufrido una negligencia médica la mejor forma es ponerte en manos de especialista en responsabilidad civil. Estos podrán determinar según tu caso concreto, si te encuentras ante una conducta negligente, y te podrán asesorar para que puedas reclamar de la mejor manera toda la responsabilidad en función de los daños ocasionados.

Si necesitas información o ayuda de cómo proceder no dudes en ponerte en contacto con Themis Abogadas, nuestro equipo de expertos en esta materia te atenderá y te resolverá tu problema.

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